Etiquetas: ,

"22 de octubre", de Alfa

22 de octubre (Maral Producciones Musicales, 2011) 
Alfa

No hay ninguna intención de darle un toque de ciencia ficción a este blog, pero es importante avisar de algo así. Los universos paralelos existen, al menos en cuanto a la música. Por un lado tenemos lo convencional, enemigo de la trascendencia y aliado del incondicional CD o del malvado MP3. Por suerte, hay vida más allá, donde encontramos discos como este 22 de octubre, elaborados con un cuidado especial y presentados como merecen. Está claro que, en definitiva, lo único que importa son las canciones, pero aún así el vinilo suele ser el mejor de sus compañeros de viaje. Y en este formato podemos encontrar el debut de Alfa, principal compositor de Buenas Noches Rose y cabeza visible en Le Punk, que da comienzo de esta manera a su carrera en solitario.

22 de octubre, a la venta en la tienda de Maral Producciones Musicales tanto en vinilo como en formato digital, se llega a entender realmente haciéndose con la primera opción. El disco, un vinilo de 10 pulgadas, contiene en esencia cuatro canciones: 1432, La mañana, Martita Ruiz y Las ratas y los piojos, divididas a su vez en dos caras que son la noche y el día. Eso, en esencia, porque en realidad las canciones están enlazadas por varios cortes a modo de interludios, aportando así sentido y continuidad. Resulta inevitable recordar el espíritu primigenio de Buenas Noches Rose y aquellas introducciones y pasajes de La danza de araña. En definitiva, no son más que nuevas demostraciones de respeto por las canciones y por su conjunto, alejando todo lo posible el hecho de escuchar música del verbo consumir.

La primera cara comienza con 1432, que no es otra cosa que la correspondencia con nuestro año 2011 en el calendario islámico, una seña con la que el músico madrileño ha decidido marcar el punto de inflexión en su carrera que supone este disco. 1432 es eso, pero sobre todo es una gran canción, una tremenda declaración de intenciones con espíritu de blues, muy alejada estilísticamente del segundo tema que encontramos en esta cara A, La mañana. Canción nostálgica e intimista, en ella llama la atención el uso de la concertina, una variante del acordeón a cargo del propio Alfa, la cual goza de un gran protagonismo durante todo el tema. Ya en la cara B, el músico madrileño, que con este disco ha dado un paso adelante en su forma de cantar y ha recuperado toda la responsabilidad a la guitarra, nos descubre su lado más folk. Primero con Martita Ruiz, retrato de vida crudo y dulce al mismo tiempo, pero sobre todo con Las ratas y los piojos, una de las grandes sorpresas de este disco. De clara inspiración dylaniana, en él retrata su visión del movimiento del 15 de mayo, siendo una de las pocas ocasiones en las que hemos podido escuchar a Alfa cantando sobre política de forma explícita.

El disco fue registrado a finales de julio en los estudios de La Casa con Ruedas junto a Javier Barrajón (batería) y Miguel Ángel Ruiz (bajo, percusión), ejerciendo este último un papel clave, pues no solo participó activamente en la grabación -siendo responsable primero de los propios estudios- sino que además ejerció labores de producción junto al propio Alfa. Obviamente, 22 de octubre sabe a poco, siendo solo un avance de lo que en adelante puede ofrecernos el hasta hace poco líder de Le Punk, un músico que a pesar de su juventud ya nos ha dejado un buen legado a través de sus dos principales bandas y que ahora se encuentra en un momento clave de su carrera, donde la experiencia y la madurez se mezclan con las ganas de volver a romper con todo e innovar. Por suerte, y como sea, queda Alfa para rato.
Texto de Bruno Corrales

2 comentarios :

Anónimo dijo...

Que queréis que os diga. La Alameda es un barrio pijo. Los galgos los pasean los pijos por Salamanca y Castellana. Todo eso también se nota, tío.

Anónimo dijo...

Anda chico, escucha la música y opina.